Algunos consejos básicos para grabar con micrófono. Tutorial de Cubase 7
La máxima premisa en todo el proceso de grabación microfónica es la de que en el momento de la grabación sólo entre por el micrófono el sonido que queremos registrar lo más limpio posible.
Teniendo en cuenta que la inmensa mayoría realizamos nuestras primeras grabaciones microfónicas en nuestra casa, vamos a intentar adaptarnos a ésta condición e intentar maximizar la calidad del resultado.
Lo primero y fundamental es elegir un sitio tranquilo y sin ruidos y, a no ser que dispongamos de paneles de absorción acústica, debemos elegir una habitación con muchos muebles y estanterías y si éstas pueden estar llenas de libros mucho mejor.
El objetivo es evitar las reverberaciones que se producen cuando el sonido rebota una y otra vez en las paredes, así que cuanto menos desnuda esté la pared, menos rebotará el sonido de vuelta al micrófono.
Como tenemos que evitar cualquier ruido indeseado y el principal ruido que tenemos son los altavoces de nuestro equipo, cuando grabemos tendremos que apagarlos y conectar los auriculares.
Los auriculares son nuestros grandes aliados en el proceso de grabación, ya que nos permiten escuchar sin hacer ruido externo, recomiendo unos auriculares que queden ajustados para evitar “escapes” de sonido al exterior, si no siempre podemos apretarlos con las manos mientras grabamos.
Si nosotros mismos vamos a grabar y a cantar no hay ningún problema, los auriculares los llevaremos nosotros, el problema viene cuando una persona graba y otra canta, ya que si la persona que graba no lleva auriculares no se acaba el mundo, siempre podemos escuchar la voz en vivo (grabando en la misma habitación) sin embargo es imprescindible que la persona que va a cantar se escuche a sí misma tal y como la estamos grabando, es decir, mediante auriculares.
Al proceso de “escuchar lo que está sucediendo” se le llama monitorización
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