La monitorización de la señal de audio al grabar. Tutorial de Cubase 7
Para monitorizar una señal de audio necesitamos básicamente que entre señal por el micrófono y ésta llegue hasta los auriculares (que en éste caso van a monitorizar la señal)
La cuestión es qué camino debe recorrer la señal para ir desde un sitio a otro, que puede ser más largo o más corto.
Seguramente te preguntarás por qué hay que “conducir” la señal, y si no es lo natural que se escuche por los altavoces o auriculares lo que le entra a la interfaz por sus bonitas entradas de mic/inst… no, no es lo natural, ten en cuenta que hay interfaces de audio con 8, 16, 24 entradas (las hay con más) sería un caos grabar.Por defecto NO se escucha nunca lo que le entra a la interfaz por sus entradas, debemos ser nosotros quienes le digamos lo que queremos escuchar y lo que no.
Para monitorizar la señal que está entrando a nuestra interfaz de audio tenemos dos opciones.
La primera es conducir la señal desde el micro hasta los auriculares a través de un proceso interno de Cubase 7 mediante el botón de monitor (camino más largo):
Si a un canal le está entrando audio y queremos que suene por los la salida estéreo solo tenemos que pulsar el botón de monitor del canal.
Este sistema tiene un inconveniente muy grande y es que, por decirlo de alguna forma, la señal recorre un camino muy largo en el interior de nuestro ordenador desde que entra hasta que sale y esto hace que si hablásemos al micro nos llegaría la voz a los auriculares con un pequeño retardo.
A este retardo se le llama latencia.
La latencia no siempre es igual, depende de muchos factores y puede ser grande (segundos) o, si optimizamos el rendimiento de la estación de trabajo, una pequeña fracción de segundo. Aunque por muy pequeña que consigamos que sea, hace que resulte imposible grabar en el caso de los vocalistas y muy difícil en el caso de los demás instrumentos.
Así que, para nuestro caso, vamos a optar por el segundo método que consiste en monitorizar directamente desde nuestra interfaz de audio.
Hay un potenciómetro llamado MIX en la inmensa mayoría de interfaces de audio cuya función es hacer una mezcla en la salida principal de la interfaz de lo que se reproduce cuando le damos al play y lo que está entrando por la entrada (micro o instrumento)
De forma que si está completamente hacia un lado sólo escucharemos lo que estamos reproduciendo desde Cubase y si vamos girando hacia el lado contrario ira apareciendo la señal del canal de entrada hasta que, finalmente, sólo escuchemos dicha señal y nada de lo que suena en Cubase.
Este proceso de monitorización se realiza íntegramente en la interfaz de audio, así que, al no pasar la señal por Cubase no hay latencia (camino más corto)
Usando éste potenciómetro haremos una mezcla entre música y voz (o instrumento) al gusto de quien vaya a cantar o tocar
Ahora nuestro cantante o músico ya se puede escuchar a sí mismo mientras grabamos y lo va a hacer con la proporción entre el sonido que ya hay grabado y el que va a producir con su voz o instrumento.
El problema aquí es que, a no ser que nos estemos grabando a nosotros mismos. Al haberle dado los auriculares a quien va a cantar o tocar y al no poder encender los altavoces nosotros, no vamos a poder escuchar lo que estamos grabando.
Generalmente, en los estudios profesionales de grabación hay dos salas contiguas. Una es la sala de grabación, donde están los micrófonos y los músicos, y otra es la sala de control donde está la persona encargada de la grabación. Estas salas se comunican entre sí visualmente a través de una cristal. Y se comunican auditivamente mediante los micros y altavoces (se les llama monitores).
Es decir, cada sala tiene sus monitores, sus auriculares y sus micrófonos. Y tienen un control distinto del volumen de cada uno. Por lo que no hay ningún problema desde la sala de control (donde está el DAW) a la hora de escuchar lo que se está tocando en la sala de grabación, sin que el sonido de los monitores de la sala de control se “cuele” por los micros de los músicos.
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| las dos salas de un estudio de grabación |
Si estamos grabando a un vocalista quizás no haya tanto problema, ya que podemos escucharlo “de viva voz” conforme grabe, sin necesidad de llevar nosotros unos auriculares. Sin embargo, si estamos grabando un instrumento eléctrico, por ejemplo una guitarra eléctrica, y la tenemos “pinchada” con un conector jack a la entrada de la interfaz. Sólo vamos a poder escuchar el rasgueo de las cuerdas, sin saber exactamente si la toma es buena o no.
Las interfaces de gama media ya empiezan a incorporar una salida doble de auriculares para solucionar esto. Si no, podemos tirar de imaginación e intentar duplicar la señal de la salida de la interfaz o pinchar el segundo par de auriculares a uno de los jacks de la salida estéreo de nuestra interfaz para salir del paso… Soluciones hay.
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